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El cerebro es lo más inteligente y lo más tonto que existe

Foto del escritor: ShirayamShirayam


Me encanta una frase que escuché de mi amigo y neurocirujano Dr. Eduardo Silva Lamshiro: "El cerebro es lo más inteligente y lo más tonto que existe", porque él, al recordar una situación, revive lo que sintió en ella y envía toda esa sensación al cuerpo, sea buena o dolorosa.


Entonces cuando tenemos un resentimiento emocional, una herida abierta, que pensamos a diario o escondemos sin trabajar (detener, sentir, cuestionar, trascender), permanece latente. Doliendo, actuando bajo nuestras decisiones y pensamientos a diario. Alimentando cada día lo que ves a través del filtro de percepción de la realidad del dolor de los no curados.


Luchar contra las trampas que nos tiende nuestro cerebro, nuestra mente, no es algo que podamos permitirnos manejar durante mucho tiempo sin tener consecuencias negativas en nuestras relaciones, salud, productividad y paz interior.


A veces da miedo trabajar en lo que nos molesta, porque no nos lo enseñaron en casa, ni en la escuela, a veces ni siquiera en la universidad.


No fuimos educados en la importancia de PARAR, mirar hacia adentro, limpiar la casa, dejar que el sol del autoconocimiento entre e ilumine cada rincón del dolor, la incomprensión, la baja autoestima, y ​​nutrirnos de otra sustancia. Alimentarnos de la autonomía emocional, el perdón, el amor propio, la ligereza, la autenticidad, la sensualidad, el respeto propio, el silencio y la risa.


Esto no es posible que ocurra estando solos, sentados en casa. O trabajando como locos para no conectar con las emociones que nuestro cerebro atesora. O siendo agresivos con los que amamos, tirando toda nuestra basura sin trabajar sobre las personas que creemos que damos por sentadas.


Es necesario ir donde haya espacios de comprensión, orientación y sanación. Estar con personas que han escuchado tu historia más de mil veces y conocen el camino que puedes tomar para volver a tener un ❤️ sano.


Personas que trabajan con personas, que estudiaron, vivieron, saborearon, viajaron en búsquedas profundas dentro y fuera de ellas. Si han sanado, saben el dolor que estás sintiendo y cómo abrazarlo en forma de bienestar y no más autoagresión.


Piensa y siente por un momento que eres lo suficientemente valioso como para dedicarte fines de semana de retiro, introspección, aprendizaje y sanación.


Cuando sanas algo en tus relaciones, vibra a tu alrededor.

Shirayam

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